-Hola- dijo una voz interrumpiendo sus pensamientos.
Lucas estaba mirando al suelo así que dirigió su mirada hacia el sitio de donde venía la voz pero empezando por abajo.
Unos bonitos pies con las uñas pintadas de rojo lucían unos zapatos con tacones de aquel mismo color, un vestido negro y corto por encima de las rodillas, adornado con un cinturón del mismo color que los zapatos, el vestido era de manga corta y tenía un escote muy bonito sugería aunque no se viese nada.
Y entonces vió la cara de aquella chica, tenía los labios también rojos y el colorete justo e ideal para que su rostro fuera bonito.
¿Por qué no se había fijado antes en que ella era guapa?
Siempre iba con el pelo recogido y unos vaqueros, unas deportivas y parecia ser que le daba poca importancia al hecho de vestirse un poco más arreglada, nunca la había visto pintada ni con rimell ni con sombra de ojos, pero si...
-Hola - contestó él intentando no parecer sorprendido o pensativo, intentando disimular en que realmente no se esperaba estar allí con ella en la tienda de animales donde le contrataron una semana antes de terminar el curso.
-¿Nos vamos? Yo te invito a cenar, y tú a todas las últimas copas que tomemos.
- Me parece bien.
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-¿Por qué me miras así? - Dijo ella dejando la copa en la mesa.
-Porque bueno... eres muy guapa y me preguntaba, por qué siempre ibas a mirar a ese pez naranja.
-Bueno pues... Porque se llamaba Ady.
-Ady, bonito nombre, ¿nunca ibas a mirarme a mí.?
-Nunca, y deja ya de mirarme así eh que no has descubierto América...- dijo ella mientras se sentía molesta por su mirada ¿qué querría..?
-No, no se ni como te llamas...
-Que más da lo que mis padres eligiesen, ¿nos vamos ya?
-Vale...vámonos.
Andrea
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